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Más de 4 millones de muertes por infecciones respiratorias en 2024: Los menores de cinco años fueron los más afectados
La inmunización evita anualmente entre 3,5 y 5 millones de defunciones por enfermedades como la difteria, el tétanos, la tos ferina y la gripe.

La inmunización representa un logro significativo en la salud y el desarrollo global, salvando millones de vidas cada año. Las vacunas se hacen fundamentales para disminuir el contagio de enfermedades al fortalecer las defensas naturales del cuerpo.
La vacunación activa el sistema inmunitario, permitiendo que el organismo se prepare de manera más eficiente para enfrentar y combatir diversas infecciones. Cada año, la inmunización previene entre 3,5 y 5 millones de muertes por enfermedades como difteria, tétanos, tos ferina, influenza y sarampión. Este tipo de prevención es clave en la infancia, ya que protege a los niños de patologías graves, algunas de ellas mortales.
El tipo de enfermedades más comunes en esta población son las infecciones respiratorias, las cuales son causadas por agentes virales como el rinovirus, el adenovirus, el metapneumovirus, el virus sincitial respiratorio (VSR), la influenza y el coronavirus. La propagación de estos ocurre fácilmente cuando hay contacto cercano con individuos enfermos o cuando las personas contagiadas emiten gotas o secreciones al hablar, toser y estornudar. Además, existen otros contagios que pueden afectar la salud infantil, como el crup, la bronquiolitis, la neumonía y el resfriado común.
En 2022, los servicios de inmunización mundial llegaron a 4 millones de niños más que en 2021, reflejando los esfuerzos para revertir el retroceso causado por la pandemia del COVID-19. Según la OMS y UNICEF, 20.5 millones de niños no recibieron una o más vacunas de rutina, una mejora respecto a los 24.4 millones de 2021, pero aún por encima de los 18.4 millones de 2019, lo que resalta la necesidad de seguir fortaleciendo los programas de vacunación.
Neumonía en niños: una amenaza silenciosa para los más vulnerables
Aunque tradicionalmente se asocia la neumonía con las personas mayores, esta enfermedad es la principal causa de muertes infantiles a nivel global. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), cada año, más de 725.000 niños menores de cinco años mueren debido a neumonía, de estos aproximadamente 190.000 son recién nacidos, una población especialmente vulnerable.
La infección respiratoria aguda afecta los pulmones y puede ser provocada por bacterias, virus u hongos presentes en el aire. Cuando un niño se infecta, los pulmones se llenan de fluidos, lo que dificulta la respiración. Los menores con sistemas inmunitarios inmaduros, como los recién nacidos, o aquellos afectados por factores como la desnutrición, son especialmente susceptibles a esta grave afección.
Bronquitis aguda: causas virales y formas de transmisión
La bronquitis aguda es mayormente provocada por virus que generalmente causan resfriados y gripe, los cuales son altamente contagiosos. Dado que los antibióticos no tienen efecto contra estos, no se utilizan en la mayoría de los casos. La transmisión se produce principalmente de persona a persona a través de gotitas de saliva liberadas al toser, estornudar o hablar, y por contacto con superficies u objetos contaminados.
En muchos casos, sobre todo en lactantes y niños pequeños, la bronquitis aparece junto con otras infecciones de las vías respiratorias superiores, como la rinofaringitis o el catarro. Los vómitos, provocados por la tos o las flemas, son comunes. Otros síntomas asociados incluyen fiebre, malestar general, ronquera, dolor torácico y dificultad para respirar.
Virus sincitial respiratorio (VSR): impacto y complicaciones
El virus sincitial respiratorio (VSR) es una infección común que afecta la nariz, la garganta y los pulmones. Sus síntomas pueden confundirse con los de un resfriado u otras infecciones respiratorias, como la influenza o el COVID-19. No obstante, el VSR es la principal causa de bronquiolitis y neumonía en niños menores de un año.
Según la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE), en Latinoamérica se ha reportado una mortalidad del 1,7% por el Virus Sincitial Respiratorio (VSR) en niños menores de 2 años, con un rango entre 1,2% y 2,4%. En Colombia, la mortalidad en niños con infección confirmada por VSR es del 0,7%. En Argentina, en una muestra de 372 niños hospitalizados menores de 2 años, la mortalidad fue del 0,8%. En México, entre 2009 y 2015, la tasa de mortalidad por VSR fue del 0,7%, aumentando al 1,9% entre 2022 y 2023. En Brasil, durante el primer semestre de 2023, el VSR estuvo presente en el 10,4% de las muertes por infecciones respiratorias.
La enfermedad es más peligrosa para adultos mayores y bebés menores de seis meses, quienes a menudo requieren hospitalización debido a la necesidad de oxígeno adicional, líquidos intravenosos, o intubación (inserción de un tubo respiratorio por la boca hasta la tráquea) con ventilación mecánica (uso de una máquina para ayudar a la persona a respirar).
Una vez entendido el impacto que tiene el Virus Sincitial Respiratorio (VSR) en la salud de los niños en nuestra región, es importante destacar que existen opciones de prevención para proteger a los bebés de esta enfermedad. Una de estas medidas es la vacunación de mujeres embarazadas, y otra son los anticuerpos preventivos, que se administran directamente al bebé.
La importancia de la inmunización en la prevención de enfermedades respiratorias
La inmunización es esencial para prevenir patologías respiratorias en niños, ya que los protege contra afecciones respiratorias graves. La vacunación también genera la «inmunidad colectiva», un efecto que ayuda a reducir la propagación de enfermedades infecciosas y cuida a aquellos que no pueden ser vacunados. De esta forma, es fundamental concientizar a la población sobre la importancia de la inmunización, ya que su impacto no solo beneficia la salud individual, sino que fortalece la protección de la comunidad en su conjunto.
La vacunación de las mujeres en embarazo o en el periodo de lactancia transmite anticuerpos al bebé. La estrategia capullo ayuda a reducir el riesgo de exposición a virus y bacterias transmitidos por personas cercanas, como padres, hermanos, abuelos, amigos, cuidadores, niñeras y profesionales de la salud.
Vacunar a quienes rodean al bebé ayuda a disminuir la propagación de enfermedades contagiosas, creando una barrera a su alrededor. Esta estrategia es clave para asegurar su bienestar hasta que pueda recibir todas las dosis de vacunas necesarias para desarrollar una inmunidad completa.
Es fundamental que los padres y cuidadores supervisen a los pequeños cuando estén enfermos. Es importante mantener buenas prácticas de higiene y usar mascarilla si la criatura tiene más de 2 años. Además, es clave estar atento a los signos de advertencia de complicaciones, como respiración acelerada, coloración azulada en los labios o rostro, costillas que se contraen con la respiración, dolor de pecho, deshidratación, fiebre alta no controlada o convulsiones. En bebes menores de 12 semanas, cualquier síntoma debe ser evaluado por un médico.