Confirman la presencia de la raya diamante en el norte de Chile
Este hallazgo representa un avance significativo en el conocimiento de la biodiversidad marina del país.
La raya diamante (Hypanus dipterurus), una especie de raya con aguijón conocida por su cuerpo romboidal similar a un diamante, ha sido confirmada oficialmente en aguas chilenas por investigadores del Proyecto Raya Águila. Este hallazgo representa un avance significativo en el conocimiento de la biodiversidad marina del país.
Aunque pescadores del extremo norte de Chile habían reportado avistamientos de esta especie, no existía evidencia científica que respaldara su presencia. Gracias a una investigación que combinó datos históricos, registros de pescadores, análisis de redes sociales y herramientas ecológicas avanzadas, los científicos lograron confirmar que la raya diamante habita en aguas chilenas, específicamente entre Arica y Antofagasta, extendiéndose también por las costas peruanas.
El estudio reveló que la distribución de esta especie es discontinua, abarcando desde el sur de California hasta el norte de Perú, pero con una notable ausencia en Centroamérica.
Desafíos y necesidades de conservación
A pesar de este avance, los investigadores destacan que aún se sabe muy poco sobre la ecología, hábitos y amenazas que enfrenta la raya diamante en la región. «Es urgente evaluar el estado de la población en esta nueva región, la conectividad de la población sur con el resto y desarrollar estrategias de conservación efectivas que garanticen la protección de su hábitat y la sostenibilidad de la población en Chile y Perú», señalaron desde el Proyecto Raya Águila.
Características de la especie
La raya diamante se distingue por su piel lisa con pocas espinas, su cuerpo en forma de rombo y su larga cola con aguijón. Es un pariente cercano de las rayas, mantarrayas y tiburones, y su rango de distribución abarca el océano Pacífico oriental. En Chile, aunque existían registros históricos de los años 80, no se había confirmado científicamente su presencia hasta ahora.
Este hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre la biodiversidad marina chilena, sino que también subraya la importancia de la colaboración entre científicos y comunidades locales para proteger y estudiar especies clave en el ecosistema.