La importancia de la Microbiota Intestinal en la Salud Mental
Estudiantes de Nutrición y Dietética de la Facultad de Medicina UCN Coquimbo comparten consejos sobre cómo cuidar la microbiota intestinal y su impacto en la salud mental.Descubre recomendaciones prácticas para una dieta equilibrada y un bienestar integral.
En el marco de la promoción de la salud integral, este programa radial ha abordado un tema de relevancia que ha ido creciendo con el paso del tiempo: la influencia de la microbiota intestinal en la salud mental. La salud mental es un tema que a veces las personas olvidan, los trastornos mentales y neurológicos, según proyecciones de las OPS, la prevalencia se duplicará cada 20 años y se ha estudiado que actualmente existe gran relevancia con la diversidad dela microbiota intestinal.
Para conocer mejor este tema, es fundamental conocer algunos términos claves, en primer lugar, la microbiota intestinal, se refiere a una diversidad de bacterias que viven en nuestro intestino, las cuales cumplen funciones esenciales para el organismo como: la digestión de nutrientes, la producción de vitaminas y la defensa contra patógenos. Sumado a esto, la microbiota se encuentra en constante comunicación con el cerebro, a través de un puente conocido como el eje intestino-cerebro. Esto es fundamental en la regulación del estado del estado anímico y la salud mental en general.
Es por esto, que una alimentación equilibrada es fundamental para mantener una microbiota saludable. Dietas ricas en fibra, frutas, verduras y alimentos fermentados fomentan la proliferación de bacterias beneficiosas que, a su vez, pueden mejorar el bienestar mental. En contraste, dietas altas en grasas y proteínas animales y bajas en fibra pueden favorecer la disbiosis, un desequilibrio en la microbiota que se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y trastornos mentales como la depresión y la ansiedad.
Para poder favorecer la salud intestinal existen los probióticos y prebióticos, los primeros se encuentran presentes en alimentos como el yogur y el kéfir, son microorganismos vivos que contribuyen a mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal. Los prebióticos, por otro lado, son fibras que alimentan a estas bacterias beneficiosas. El consumo de ambos ha demostrado tener efectos positivos en la salud mental, incluyendo la reducción de la ansiedad y síntomas depresivos.
Un punto destacado durante el programa fue la importancia de cuidar la microbiota desde edades tempranas para prevenir enfermedades neurodegenerativas en la vejez, como el Alzheimer y el Parkinson. Una microbiota saludable puede reducir la inflamación sistémica, protegiendo así al cerebro de daños que podrían derivar en estas patologías.
El rol fundamental del profesional nutricionista radica en promover la mantención de una dieta equilibrada, rica en fibra y baja en alimentos ultraprocesados, como estrategia principal para cuidar lamicrobiota y, por ende, la salud mental. Además, resaltó la importancia de la gestión del estrés y la práctica regular de actividad física, factores que también influyen positivamente en la salud intestinal y mental. Promover prácticas que mantengan una microbiota equilibrada no solo favorece el bienestar físico, sino que también es una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida mental, especialmente en las personas mayores