Equipo de rehabilitación recupera en cuerpo y alma a pacientes logrando su reinserción integral
La rehabilitación es una inversión beneficiosa en términos de costos, tanto para quien la precisan como para la sociedad en su conjunto, ya que las personas pueden recuperar su autoestima y autonomía reinsertándose de manera funcional a la sociedad y ayuda a evitar hospitalizaciones extensas y onerosas e incluso los reingresos.
Jaime Valdivia, vive en Las Compañías, tiene 62 años y hace una semana fue dado de alta de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital de La Serena, ya que, con su esfuerzo y el apoyo del equipo de salud, logró reinsertarse en su trabajo y retomar su vida, tras sufrir la amputación de una de sus extremidades a la altura de la rodilla; y es que su perseverancia le permitió, en tan sólo 4 meses, alcanzar el entrenamiento necesario para obtener una prótesis y con ello recuperar su autonomía y autoestima. Así como él, hay otros cientos de pacientes que reciben atención en el centro de rehabilitación serenense, que cuenta con el gimnasio más grande de Chile. Por testimonios como éstos, es que, en septiembre, se conmemora el Día Mundial de la Fisioterapia para dar a conocer el impacto que causa en la vida de las personas y su contribución a la salud pública.
En este contexto, autoridades visitaron las instalaciones para conocer los principales avances y desafíos que enfrenta el equipo a un año de su implementación en el Centro de Diagnóstico Terapéutico (CDT) del Hospital de La Serena. El equipo de rehabilitación serenense está conformado por diversos profesionales cuyos perfiles contemplan, fisiatras, fonoaudiólogos, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, personal de enfermería, administrativos y auxiliares, quienes brindan una atención integral a unos 80 pacientes cada día, con la finalidad de reducir los efectos de numerosos problemas de salud, a través de técnicas y terapias de rehabilitación que apuntan a recuperar la salud y/o calidad de vida de las personas, en dimensiones motoras, funcionales y emocionales.
Roberto Peralta, es otro paciente que se ha beneficiado con la atención integral de esta moderna unidad. Desde julio de este año se encuentra en rehabilitación cardiovascular, tras someterse a una compleja cirugía cardiaca en el centro de referencia, el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar. “Cuando regresé me indicaron kinesioterapia y así llegué a este hermoso centro, yo digo que es una joya que tenemos acá en La Serena. Tras mi larga hospitalización perdí mucha masa muscular y no podía mover los brazos, no tenía fuerza en las piernas, incluso el trote se me hacía difícil, a pesar de que yo era una persona muy deportista. Gracias a la rehabilitación, he recuperado toda mi actividad deportiva y me siento rejuvenecido. Estoy sumamente agradecido de todo el sistema hospitalario, tanto de los equipos que me vieron cuando estuve hospitalizado
como los que me atienden en el CDT, toda la infraestructura es excelente y la forma de trabajo que tienen en rehabilitación es de primer nivel, se lo recomiendo a todos”.
Así también lo destacó el doctor Christian Vargas, director del Servicio de Salud Coquimbo, quien recorrió las instalaciones y compartió con los pacientes y equipo de trabajo. “A raíz del día internacional de la fisioterapia quisimos recorrer las instalaciones que tiene la especialidad de fisiatría en el CDT del Hospital de La Serena, ya que los pacientes cuentan con un equipo multidisciplinario que brinda atención integral a un amplio número de personas que tienen diversos perfiles.
Este es un centro que vino a fortalecer nuestra red de salud, con una moderna infraestructura, que alcanza los 1.800 metros cuadrados y que cuenta con gimnasios muy bien equipados, y que constituyen los más grandes del país en el sector público”.
Junto con valorar las instalaciones y el equipamiento, la autoridad relevó el trabajo y aporte del equipo de salud, “nos da orgullo conocer el compromiso y la creatividad con que los funcionarios van desarrollando técnicas y articulando alianzas estratégicas con casas de estudio de nivel superior, para desarrollar más herramientas que sean de utilidad para los pacientes en su proceso de rehabilitación, por ello, es doblemente importante reconocer el esfuerzo del personal y sobre todo que es la manera en cómo debemos hacer las cosas”.
La medicina física junto con la rehabilitación, minimizan o retrasan los efectos discapacitantes de enfermedades crónicas como patologías cardiovasculares, cáncer, diabetes, entre otras, dotando a los pacientes de estrategias de autogestión y de las ayudas técnicas necesarias que permitan aliviar el dolor u otras complicaciones. De esa manera, la rehabilitación contribuye a un envejecimiento saludable. Mientras que la medicina tradicional recurre a la farmacología para regular el funcionamiento de nuestro organismo y curar las enfermedades; la fisioterapia recurre a la física y utiliza técnicas de rehabilitación, masajes, electricidad, agua, calor o frío, entre otras, para contribuir al bienestar y salud de las personas.
Para el jefe de la unidad, el fisiatra Roberto Alfaro, esta área es un tremendo aporte a la comunidad, ya que permite otorgar prestaciones que antes eran muy escasas o no existían en la zona, como por ejemplo, la implementación del programa de prótesis para pacientes amputados, “nos ha permitido abordar de mejora manera a los pacientes que requieren prótesis y en lo que va del año, ya tenemos 50 personas beneficiadas que han podido recuperar sus vidas con funcionalidad; lo cual es muy grato, ya que los usuarios evolucionan, mejoran su calidad de vida y salud mental, sintiéndose incorporados en sus familias y en la sociedad”, comentó el especialista.
En este mismo sentido, Marcela Cepeda, encargada de Kinesiología en la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del CDT señaló que, “esta iniciativa vincula una serie de profesionales que acompañan la rehabilitación del paciente, y para mí este es el gran cambio y mejora, el enfoque multidisciplinario de la atención, donde se conjugan kinesiólogos, fonoaudiólogos y terapeutas, todos bajo el liderazgo del fisiatra, sin duda este ha sido el gran cambio y beneficio para nuestros pacientes. Tenemos muchos desafíos todavía, ya que, si bien, hemos crecido en número de profesionales para la atención con un alto nivel de especialización, ahora la tarea es potenciar y fortalecer el trabajo de todos en torno al paciente”.
Don Jaime, relata que cuando llegó a la unidad como paciente, lo hizo con su autoestima muy baja pero la recepción que tuvo por parte del equipo, marcó la diferencia, “me recibieron muy bien en el CDT, llegué con sólo dos meses de amputación y ya estoy de alta. En muy poco tiempo logramos hacer lazos muy sólidos con las personas que atienden porque son súper jugados y te hacen sentir bien desde el primer momento. Al principio te sientes extraño, pero después no te quieres ir; además asistimos tres o cuatro veces a la semana y el ambiente es muy bueno ya que siempre están sonrientes, con amabilidad y eso te sube el ánimo. Durante la rehabilitación uno va viendo el avance y la entrega de las personas que te ayudan y eso te motiva profundamente. Los terapeutas y nosotros los pacientes van unidos, porque sin ellos nosotros no podríamos caminar y ellos sin nosotros no podrían trabajar. Yo estoy muy contento al igual que mi familia, aquí lo único que te piden a cambio es que estés bien, y yo después de un año de amputación me reinserté en mi vida normalmente, recuperé mi trabajo y mi vida,
mis cosas y todo eso no tiene precio”.