Sequía en Chile: ¿un problema de enfoque?
Este Miercoles se celebró el Día Mundial contra la Sequía, situación que afecta directamente a nuestro país. Especialista de la Universidad del Pacífico plantea que estamos frente a un escenario que requiere de nuestra atención, aunque las estadísticas estacionales muestren tendencias que hagan pensar que el problema nos da un respiro.
“Quienes ya pasaron el medio siglo de vida, notarán que la disponibilidad de agua en todos sus formatos, experimenta una disminución sostenida. Ello se observa en los cauces de la zona centro norte y sur, se aprecia en las masas nivosas que cubren la cordillera, en los niveles de la mayoría de embalses de riego y se constata en los días de lluvia que hacen pensar en la real necesidad de usar el paraguas”, constata el docente de la carrera de Agronomía de la Universidad del Pacífico, Carlos Gabriel González Marín.
El especialista en Recursos Hídricos y Riego explica que este cambio en el régimen pluviométrico, en la mayor parte del territorio destinado a la actividad agrícola, presenta efectos cada vez más profundos en los rendimientos de cultivos e incluso es un parámetro seriamente a considerar al tomar la decisión de establecer o no aquellos cultivos dependientes de la lluvia para su desarrollo. “Existe además un efecto en la reserva de los principales embalses, cuyo fin es la generación eléctrica y que a pesar de la pluviometría de las últimas semanas, no parecen experimentar la recuperación que haga prever el final del fenómeno. Lo cierto es que estamos frente a un escenario que requiere de nuestra atención, aún si las estadísticas estacionales muestran tendencias que hagan pensar que el problema nos da un respiro”, advierte.
Y es que el problema es complejo, sobre todo si agregamos al escenario lo que ocurre con los acuíferos subterráneos.” En gran parte del territorio, la capacidad de estas verdaderas reservas naturales se ha agotado a tasas preocupantes y en menos de una década, agricultores de las áreas destinadas a los más intensivos sistemas productivos han visto cómo sus pozos profundos, que antaño les hacían pensar en un recurso inagotable, simplemente se secaron. Esta situación es crítica si se considera que los procesos de recuperación de acuíferos no son reducibles a una escala anual, sino son el resultado de una dinámica hidrológica compleja a una escala temporal que va más allá de la década”, señala Carlos González.
Para conseguir una solución integrales, el especialista de la Universidad del Pacífico propone un enfoque basado en un “balance de agua” y, de esta manera, plantearnos cuál es el volumen de agua que requerimos para vivir, producir y mantener los recursos naturales. “Si bien la respuesta está lejos de ser respondida cuantitativamente por especialistas en universidades, centros de investigación y autoridades a cargo del problema, debemos hacer esfuerzos para aproximarnos a cifras sectoriales aceptables, como por ejemplo en el uso domiciliario, agricultura, minería, industria, entornos y unidades ecológicas, etc. Conocida esta demanda hídrica del país, es inmediato conocer su oferta, con el objeto de realizar el balance a escalas apropiadas, iniciando un nuevo rumbo de estrategias que permitan implementar medidas de gestión en la distribución racional del recurso hídrico”, plantea el experto en recursos hídricos.
“El ordenamiento en el uso del agua es una necesidad urgente que Chile debe enfrentar. Quizás, y porqué no pensarlo, con un aumento de la inversión en obras de acumulación, conducción y utilización eficiente del agua y en infraestructura que permita la distribución racional del recurso almacenado, junto a una revisión efectiva en los derechos de aprovechamiento de agua, la sequía puede ser superada”, concluye el docente de Agronomía de la Universidad del Pacífico.