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Desierto Florido: Valle del Elqui recibe la primavera llena de colores gracias a incremento de precipitaciones invernales

El fenómeno del desierto florido no solo llegó a la zona costera de las regiones de Coquimbo y Atacama, sino que se expandió por los cerros del valle. Un colorido espectáculo natural que invita a apreciar la belleza.

Desierto Florido: Valle del Elqui recibe la primavera llena de colores gracias a incremento de precipitaciones invernales

Este 2024, las inusuales precipitaciones invernales no solo trajeron alivio a la agricultura, ofreciendo un respiro a quienes cultivan la tierra, sino que también impulsaron un fenómeno natural espectacular en el Valle del Elqui: un deslumbrante «desierto florido». Las lluvias permitieron que semillas de flora nativa, que habían permanecido dormidas en los cerros de la región, germinaran y florecieran en todo su esplendor.

De acuerdo con datos de la estación meteorológica Ceaza, en el Centro Experimental del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) en Vicuña, las precipitaciones han alcanzado los 162,2 mm en lo que va del año, un incremento significativo en comparación con los últimos cinco años, donde el promedio fue de solo 29,5 mm. Estas lluvias excepcionales han transformado el paisaje de Vicuña, reverdeciendo cerros que ahora están adornados con vibrantes colores.

Ana Sandoval, del Banco Base de Semillas de INIA, explicó que la lluvia ha “despertado” la vegetación, activando millones de semillas que habían permanecido en letargo en el ecosistema árido. Arbustos y bulbos, que parecían inactivos por años, se activaron vigorosamente, renovando el ecosistema y favoreciendo el crecimiento de nuevas generaciones de plantas.

Desierto Florido: Valle del Elqui recibe la primavera llena de colores gracias a incremento de precipitaciones invernales
Cistanthe longiscapa, una de las especies conocidas como “Pata de guanaco”, fue colectada personalmente y bautizada por el insigne naturalista, Claudio Gay, en su expedición al interior del Valle del Elqui. Es una especie anual endémica de Chile y habita en las regiones de Atacama y Coquimbo.

Este espectáculo natural destaca la presencia de especies como las Patas de Guanaco, los Huilles, las Maripositas y las Coronillas del Fraile, que colorean los cerros junto a arbustos como el Carbonillo, el Heliotropium, el Retamo y diversas especies de Lycium. Estas plantas silvestres han ofrecido impresionantes floraciones, producto de las condiciones favorables tras las lluvias.

Sandoval hizo un llamado a los visitantes a disfrutar de esta belleza sin alterar el ciclo natural de las plantas, evitando su extracción o destrucción, para permitir que las flores formen sus frutos y aseguren la producción de suficientes semillas para futuras generaciones.

Desierto Florido: Valle del Elqui recibe la primavera llena de colores gracias a incremento de precipitaciones invernales
Erythrostemon angulatus (Retamo), arbusto endémico que conocido hasta hace poco como Caesalpinia angulata, destaca por sus flores y su hábito de crecimiento. A pesar de que también pierde sus hojas ante la sequía, puede seguir haciendo fotosíntesis con sus tallos verdes. Crece únicamente en las regiones de Atacama y Coquimbo.
Desierto Florido: Valle del Elqui recibe la primavera llena de colores gracias a incremento de precipitaciones invernales
Zephyranthes phycelloides, conocida como Añañuca, es una de las especies de color rojo, endémica de Chile y crece en las regiones de Atacama y Coquimbo.
Desierto Florido: Valle del Elqui recibe la primavera llena de colores gracias a incremento de precipitaciones invernales
Leucocoryne es un género endémico de especies herbáceas conocidas como Huilles, incluyen varios colores y diseños en sus flores.

Acerca de INIA

El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación agroalimentaria de Chile, ligada al Ministerio de Agricultura. Desarrolla proyectos en áreas como cambio climático, sustentabilidad y tecnologías emergentes, contribuyendo a la conservación de la biodiversidad del país mediante iniciativas como el Banco Base de Semillas, que alberga más de 1.300 especies de la flora chilena.

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