Facilitadora Intercultural se suma al Hospital Provincial de Ovalle para apoyar en la atención de pacientes
Con el fin de poder entregar un mejor servicio a sus usuarios migrantes, el principal recinto de salud de Limarí, contará con una facilitadora intercultural que se encargará de orientar a todos los pacientes del recinto que provienen de otros países.
Su nombre es Sybille Dejan y es proveniente de Haití, llegó a Ovalle buscando nuevos horizontes, los cuales le permitieron hoy día ser parte del equipo de la Oficina de Reclamos, Informaciones y Sugerencias (OIRS) del Hospital Provincial de Ovalle.
Al respecto, Williams Díaz, Subdirectora de Gestión de los Cuidados de Enfermería y Encargada de Hospital Amigo, destacó que “para nosotros como establecimiento es muy importante contar con una facilitadora intercultural. Somos un hospital amigo de nuestros pacientes, queremos acercar la institución a la comunidad, facilitando lo más posible sus procesos de atención y, sin duda, Sybille está siendo un gran aporte para nosotros y para nuestros usuarios y sus familias”.
Dejar el país para ir en búsqueda de oportunidades, no sólo es cambiar de territorio, sino que también significa alejarse de un hogar, familia y amigos. Sin duda, una acción de gran valentía.
Esta es la historia que tienen en común las miles de personas que deciden dejar de ser “residentes” para ser “migrantes”. Tal es el caso de Sybille Dejan, que el 2017 eligió a Chile como el lugar para emprender una nueva vida, lo que hoy la ha llevado a ser la primera mujer haitiana en ser facilitadora intercultural del Hospital Provincial de Ovalle.
Con un claro manejo del español, una voz dulce y una sonrisa que traspasa más allá de la mascarilla, Sybille se ha desenvuelto con naturalidad por los pasillos del nosocomio limarino, entregando apoyo y orientación a sus usuarios, ya sean chilenos o extranjeros.
A pesar de no llevar muchos años en el país, Sybille se ha sentido bien recibida en Chile desde el comienzo. Cuando llevaba menos de una semana de haber aterrizado en la ciudad de Santiago y sin tener aún muy claro qué hacer, la joven decidió viajar a La Serena para visitar a la única persona que conocía aquí y que finalmente se convirtió en una gran oportunidad. “Ella tenía una amiga que estaba de cumpleaños, me acuerdo que era sábado y la amiga me propuso trabajo para el lunes en el sector agrícola. De ahí empecé a encontrar más y más trabajo” recuerda con entusiasmo, agregando que también ha trabajado en supermercados y restaurantes.
Su experiencia como facilitadora intercultural
Si bien es la primera vez que Sybille trabaja como traductora, ella destaca que siempre le ha gustado ayudar a sus compatriotas. “Siempre he ayudado a los haitianos, en cualquier trabajo que esté, yo los ayudo a decir lo que quieren decir”, comentó.
Y es que su vocación de servicio resalta tan fuerte como el color fucsia del uniforme que la distingue como orientadora de la OIRS. Y aunque la demanda por su trabajo es cada vez mayor, ella está feliz con lo que hace. “Me encanta el trabajo porque me encanta ayudar a la gente. La gente de la OIRS es muy amable conmigo también (…) No me ha costado aprender trabajar en el hospital” señala con orgullo.
Como facilitadora intercultural, ella trabaja tanto con usuarios en las salas de espera, como con pacientes hospitalizados, pero la mayoría de los casos que ve son con mujeres embarazadas. Según ella cuenta, sus coterráneas se sorprenden al verla por primera vez. “Cuando me ven, lo primero que me preguntan es si soy haitiana. Yo les digo que sí y les pregunto en qué le podemos ayudar. Yo le aviso a las personas (de salud) para ayudarlos. Así se sienten cómodas y yo me quedo con ellas, entiendo lo que dice el doctor y les explico”.