Buscan fortalecer vínculo entre los hijos(as) y sus padres-madres privados(as) de libertad
A través del programa “abriendo caminos” contempla la intervención directa a 130 Niños y Niñas
Sesenta y ocho familias de las comunas de La Serena y Coquimbo serán intervenidas con el programa perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social “Abriendo Caminos” el que tiene como objeto generar acciones preventivas y reparatorias en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes que tengan a un adulto significativo privado de libertad permitiéndoles alcanzar mejores condiciones de vida.
En este sentido, la SEREMI de Desarrollo Social junto al ejecutor de este programa, SEDEJ, dieron a conocer a los internos los lineamientos del programa y explicaron además cómo sus familias trabajarán durante los meses que dure la intervención.
Al respecto, el secretario regional de la cartera, Eduardo Lara, enfatizó en la importancia de potenciar estos programas como política pública que contribuyan al desarrollo y resguardo de los derechos de los niños, niñas y jóvenes que muchas veces-estimó- se ven segregados por tener un adulto cercano en prisión. “El Estado debe garantizar derechos, y el sistema de protección social se destaca en brindar seguridades y oportunidades a las personas y familias que participen en él, de modo de promover el acceso a mejores condiciones de vida”, expresó.
En el lanzamiento estuvo invitado el Seremi de Justicia, Carlos Galleguillos quien valoró trabajar en red con otros ministerios la política pública en materia penal. “Este programa es la oportunidad de trabajar con los niños y niñas en actividades complementarias e integrales. Tenemos como Ministerio de Justicia la premisa de reivindicar sus derechos, fomentar espacios de reinserción social y el respeto a los derechos humanos”, dijo.
Testimonio.
Jaime tiene una condena de cinco años y desde hace tres se encuentra recluido en el centro penitenciario de Huachalalume. Durante la jornada escuchó detalles de “Abriendo Caminos” del cual formará parte y manifestó estar ilusionado con la visita de su hija de 11 años a la que no ha visto desde que ingresó al recinto. “En mi estadía aquí siento que he cambiado por eso he postulado a varios beneficios y ojalá quiera pueda dejar este lugar. No es imposible poder verla”, comentó.