Escuela Oscar Araya Molina lamenta fallecimiento de uno de sus profesores
El pasado 13 de septiembre dejó de existir Luis Galleguillos uno de los docentes más queridos de este plantel educacional. Sus colegas lo recuerdan con mucho cariño y afecto.
La escuela Oscar Araya Molina se encuentra de luto, luego del fallecimiento de Luis Galleguillos Ortiz, quien, en vida, fuera uno de los profesores más queridos del plantel educacional. El docente falleció el pasado 13 de septiembre y desde ese día existe un hondo pesar en el establecimiento.
Galleguillos nació el 13 de agosto de 1951. Realizó sus estudios superiores en la Universidad de Chile, sede La Serena, de donde egresó en 1979, como profesor de estado con mención en Matemáticas. Su vida laboral la inició en 1980 en las escuelas rurales de Carén, Los Perales de Campanario, Pejerreyes de Tulahuén, Los Canelos, Chalinga y Barraza y desde el año 2000 se desempeñaba como docente en la escuela Oscar Araya Molina. Sus compañeros lo recuerdan como una persona humilde, con espíritu de servicio, comprensivo, dedicado y con un amor muy profundo por sus alumnos y profesores.
Su comunidad educativa lo define como “una persona con un gran coraje para empezar cada día, con esperanza y buen humor, que tanto necesita, para enseñar, aceptando a cada estudiante con sus limitaciones. Un hombre de mucha fe que dio oportunidad a innumerables generaciones entregando luz y esperanza, un gran sentido de la misión y para hacer de ellos personas útiles a la sociedad” así lo dieron a conocer a través de un comunicado, tras su fallecimiento.
Luis Galleguillos Ortiz se destacó en el área de deportes. En el año 2010 participó con un grupo de estudiantes que integraban la selección de fútbol de la escuela Oscar Araya Molina en los Juegos Nacionales Bicentenario, representando a la región de Coquimbo. En el año 2011 fue elegido como el mejor compañero entre sus pares, demostrando el cariño y respeto que proyectaba. Además, representó por cuatro años al consejo gremial de su unidad educativa, destacándose como un dirigente activo y luchador por los derechos laborales de los docentes, en el Colegio de Profesores de Ovalle.
Sus colegas afirman que “se nos ha ido uno de los grandes, en una fecha tan importante para nuestra patria, dejándonos un gran legado y ejemplo a seguir, en esta noble profesión que ejerció en vida, con un tremendo amor, no sólo a los que sirvió, sino también a su querida familia, su esposa, hijos y nietos”.