¿Cómo pueden disfrutar fiestas y evento masivos las personas neurodivergentes?

Los fuegos artificiales y celebraciones de fin de año pueden resultan muy atractivas para quienes disfrutan de dichos eventos y que no tienen complicaciones con los ruidos o estimulaciones visuales, pero no todos lo pasan bien en estas situaciones. Para las personas neurodivergentes y particularmente quienes son TEA (Trastorno del Espectro Autista), pueden ser más complejo de ver o escuchar.

Lo anterior se puede describir de manera sensorial y auditiva. “En el caso de un espectáculo pirotécnico requiere de la integración de los sistemas visual y auditivo de manera simultánea principalmente, presentando desafíos de modulación tales como la tolerancia a ruidos y luces de diferentes intensidad y frecuencia durante la presentación”, indica la académica de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Andrés Bello y directora del diplomado abordaje Interdisciplinario de personas autistas en el curso de la vida, Rocío Llanos.

 “En ausencia a estrategias de autorregulación de las personas autista y escasa organización y facilitación ambiental, ésta podría mostrar episodios de ansiedad o crisis emocionales o cambios abruptos conductuales debido a la hiper-respuesta sensorial que ésos generan y también meltdown, que es una reacción emocional intensa y temporal que experimentan las personas autistas cuando se sienten sobrepasadas por estímulos sensoriales, emocionales o cognitivos”, sostiene Llanos.

A pesar de que no se puede intervenir el ambiente con exceso de estímulos, si hay estrategias que se pueden abordar previamente con la persona con autismo o neurodivergente y evitar desregulaciones importantes, sobre todo en los menores.

“Los niños con neurodivergencia en estas situaciones desde la perspectiva cognitiva podrían verse favorecido con conductas de preparación, anticipación o acompañamiento por parte de los adultos, como comentar el momento que se vivirá y las características de lo que sucederá en palabras simples y concretas”, recomienda Claudia Figueroa, académica de la Escuela de Fonoaudiología y directora del diplomado en rehabilitación cognitiva en niños y adolescentes de la Universidad Andrés Bello.

“Podría resultar explicar los estímulos verbales, luminosos o ruidos que se pueden dar en esta situación, y se puede preparar a los menores mediante videos que muestren la situación, por ejemplo, con la pirotecnia”, sostiene Figueroa y además agrega que en caso de desregulación “es necesario acordar, en el caso de encontrarse en una vivienda, destinar un lugar con más calma y utilizar un objeto de apego que permita lograr la regulación total.”

Cabe mencionar que el utilizar audífonos protectores de ruido también es una opción para evitar el exceso de decibeles, así como también buscar soluciones con el menor en caso de que el estímulo auditivo sea muy fuerte y estar preparado, en el caso de los adultos, para ocupar las medidas de contención necesarias.